Fifth Sunday in Ordinary Time (C)
Readings
Isaiah 6:1-2, 3-8 Psalms 138:1-2, 2-3, 4-5, 7-8 First Corinthians 15:1-11 or 15: Luke 5:1-11C To 5
LA LLAMADA
Dios tiene un proyecto personal para cada hombre. Cuando pensó en ti te asignó una misión. Y tú serás feliz en esta vida solamente si cumples tu tarea. Cuando los hombres se preguntan: ¿Para qué vine a este mundo? ¿Qué estoy haciendo aquí?, descubren el sentido de su vida.
Hermanas y hermanos:
1. Eso le sucedió a Pedro como nos cuenta San Lucas en el Evangelio. Mientras estaban pescando en el lago, Jesús le dijo: "Simón, hijo de Juan, tú serás pescador de hombres". Pedro se lo tomó en serio y allí comenzó su vocación de apóstol.
¿Qué espera Dios de ti? Desde toda la eternidad Él te llama por tu nombre. El Señor te conoce y te ama personalmente. El Señor está tocando la puerta de tu corazón, déjale entrar y sé generoso para hacer lo que Él quiera.
El gran guitarrista español Narciso Yépez recuerda así la llamada de Dios: "De pronto le escuché dentro de mí. Quizás me había llamado ya en otras ocasiones, pero yo no le había oído. Aquel día yo tenía "la puerta abierta" y Dios pudo entrar. No sólo se hizo oír sino que entró de lleno y para siempre en mi vida".
2. Podemos descubrir en Pedro tres actitudes que debemos imitar:
La primera, Pedro era un hombre capaz de fiarse de Jesús, aún cuando le mandara cosas absurdas como echar las redes al mar, después de haber trabajado toda la noche. Su respuesta "en tu nombre lanzaré las redes", es el reflejo del alma que confía ciegamente en el Señor.
La segunda, Pedro se examinó y llegó rápidamente a una conclusión sencilla pero difícil de aceptar y de confesar: "Soy pecador"; por eso se salvó.
La tercera, Pedro comenzó a vivir en función de los demás. Recibió de Jesús en ese momento la orientación de su vida: serás para los otros, vivirás para los hombres, sufrirás por ellos y gozarás por ellos.
Cuando llegamos a tener la actitud humilde de Pedro somos capaces de comprender a los demás y de no juzgarlos nunca. Aprendemos a aceptarnos a nosotros mismos, a tener paciencia ante nuestras limitaciones, a soportarnos, a no escandalizarnos cuando nos vemos pequeños y mezquinos.
3. El milagro de la pesca milagrosa nos enseña también que cuando se hacen las cosas en nombre de Jesús siempre tienen éxito. El lago parecía vacío, pero resulta que estaba lleno. Cristo no se sirve sólo de ángeles o de santos para continuar su obra; busca a personas sencillas, débiles, pecadoras, dispuestas a seguirle con generosidad.
Pidamos a Jesús que disipe todas nuestras dudas y temores, que nos ayude a vencer todas las tentaciones. Jesús desde el sagrario es el amigo más comprensivo, el amante más entregado. Y no lo olvides, hoy Jesús te llama por tu nombre. Dile siempre: ¡Aquí estoy, Señor!
Fifth Sunday in Ordinary Time (Year C)
THE CALL
Go
View a Sample Homily Pack
Sign Up!
Don't have an account yet? Sign up here to get a clergy account and gain access to the full range of ePriest.com services.